viernes, 15 de julio de 2011

El Dalai Lama y el cerebro

"Es la primera vez que la ciencia toma tan en serio a un líder religioso a la hora de intercambiar conocimientos sobre la naturaleza humana”.

(Radio Nacional de Panama)

El 12 de noviembre del 2005 ocurrió un hecho sin precedentes en la historia de la ciencia. Una de las conferencias magistrales en la reunión anual de la Sociedad Nacional de Neurociencia en Washington DC fue dictada por primera vez por un líder religioso y no por un científico.

El Dalai Lama había sido invitado a un panel que buscaría, entre otras cosas, formas de zanjar la disputa ideológica entre ciencia y religión. Esto es particularmente significativo ahora que en EE.UU. hay gran presión de grupos conservadores para reinsertar la historia bíblica de la creación en las escuelas públicas, dando la espalda a décadas de investigación científica.

Por su lado, la ciencia ve a las religiones como pensamiento dogmático y opuesto a su espíritu de búsqueda de la verdad. Sin embargo, el enfoque distinto de ciertas ramas avanzadas del budismo ha logrado ganarse el respeto y el interés de muchos científicos.
Hay ramas del budismo que parecen compartir con la ciencia la aceptación de la verdad a cualquier costo. “Si la ciencia demuestra cosas que contradicen algún principio budista, ese principio debe revisarse”, explica el Dalai Lama, con la autoridad de líder máximo del budismo tibetano.

El budismo centra gran parte de su estudio en la comprensión de la naturaleza del sufrimiento y la difusión de técnicas para llegar a un estado de felicidad. Los procesos que ocurren en la mente en torno a la naturaleza
del sufrimiento son explicados con asombroso rigor científico por los budistas.

Es precisamente este conocimiento el que está empezando a ser interesante para la ciencia, y un importante motivo detrás de la invitación del Dalai Lama a la conferencia.

¿Qué dice la ciencia?

En las últimas décadas la ciencia se dedicó a desarrollar sofisticadas drogas para contrarrestar los procesos que llevan al ser humano al sufrimiento. Ahora la tendencia es hacia buscar soluciones naturales al problema, sin el uso de drogas.

Un estudio publicado hace poco enseña que los cerebros de meditadores experimentan cambios permanentes en su estructura cerebral. La visión científica ortodoxa es la de un cerebro “fijo” en el que solo se puede enmendar sus procesos con el uso de químicos, pero hoy ya se acepta que es posible modificar los patrones cerebrales. Las implicaciones de este concepto son muy extensas en el estudio del sufrimiento en el ser humano.

Según David Spiegel, del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Stanford, el desarrollo de hábitos compasivos puede de hecho cambiar para bien la estructura cerebral. Hay investigaciones que demuestran que estimular ciertos circuitos en el cerebro puede disminuir el dolor y la depresión.

Meditación y bienestar

El Dalai Lama puntualiza que “la forma de estimular eficientemente los circuitos que nos alejan del sufrimiento es donde el budismo puede informar a la ciencia”. Un punto que ha permitido al Dalai Lama ganarse el respeto de la comunidad científica es su declarada intención de sacar a la meditación del contexto religioso, para que pueda ser útil a cualquier ser humano perteneciente a cualquier religión.

Es muy recientemente que la ciencia ha logrado dejar atrás prejuicios contra áreas consideradas muy subjetivas (o muy religiosas) para dar paso a experimentos de laboratorio que analicen si la meditación produce cambios permanentes en las zonas del cerebro donde se reflejan los niveles de bienestar de la persona.

Los resultados de las primeras investigaciones apuntan a que sí existe una relación comprobable entre meditación y bienestar. En los próximos años, cuando se concluyan más estudios al respecto, es posible que los médicos tomen una postura más terminante a la hora de endosar la práctica de la meditación.

William Mobley, director del Centro de Neurociencia de la Universidad de Stanford, definió al budismo como una práctica con excelentes métodos para autoinstrospección que pueden servir de mucho a la ciencia. “Todo depende de que la ciencia esté dispuesta a escuchar”, concluye.

Fuente: Intramed.net Noticias

El Dalai Lama habla con especialistas en salud mental (2008)

Escrito por La Oficina de Tíbet en Nueva York, 2008

El Dalai Lama, jovial líder de millones de budistas en todo el mundo y quien cree que el propósito de la vida es ser feliz, se reunió con científicos para discutir cómo el estrés puede afectar la salud.

El monje, vestido con ropas tradicionales, respondió a preguntas de tres destacados científicos que trabajan en áreas relacionadas a la salud mental.
Entre ellos estaba el científico de los famosos, Deepak Chopra, quien observó que la creciente violencia y los ataques terroristas están intensificando el anhelo mundial por la paz.

El Dalai Lama contestó que el estrés al inicio de la vida, causado por pobreza o abuso, induce emociones negativas como miedo, envidia y rabia, que luego se transforman en violencia.

El Dalai Lama cree básicamente que la paz mundial empieza con la paz interior, la tolerancia y la compasión.

Dijo que una vez que las personas desarrollan la compasión, un diálogo más significativo puede llevarse a cabo, lo que en última instancia lleva a un mundo menos violento.

"Para comprender "el diálogo significativo", uno primero debe entender los intereses de los demás y respetarlos como sus hermanos y hermanas, además de considerarlos como parte de uno mismo", dijo.

Mencionó que las personas deberían observar el ejemplo de una madre dedicada para entender la verdadera compasión.

En un punto, Chopra, quien estudia la conexión mente-cuerpo en relación con la buena salud y estuvo muchas veces en el programa de Oprah Winfrey, preguntó al Dalai Lama si se alcanzaría la paz mundial al valorar la sociedad de mejor forma la profesión de la maternidad.

El Dalai Lama soltó una risita, rascó su cabeza y respondió "Si, esto es bueno".

"El tiempo es la respuesta para manejar la violencia que surge del odio y el miedo, así es que debemos tener compasión para generar más humanidad".

Afirmó creer que hasta un niño que sufrió abuso podría curarse al aprender cómo cambiar su punto de vista negativo por uno positivo.

"Hagan el esfuerzo. Trabajen duro. Sean unidos. Creo que ustedes deberían saber que tienen la responsabilidad de trabajar en conjunto", dijo a un auditorio repleto en el Orpheum Theatre de Vancouver.

El psiquiatra Alan Young, director asociado del Instituto para Salud Mental de la Universidad de British Colombia preguntó al Dalai Lama por sus ideas acerca de las semejanzas entre la compasión y la cura de la enfermedad mental.

Él quería saber por qué, al parecer, las personas sienten menos compasión por personas con trastornos mentales que por aquellas que tienen deficiencias físicas.

"Sería un escándalo si alguien con cáncer tuviera que dormir en la calle, pero por qué no es así cuando se trata de alguien con esquizofrenia?", dijo Young.

"No lo sé", contestó el Dalai Lama, mencionando que el Centro sería un buen lugar para investigar más sobre por qué las personas se enferman a raíz de la depresión y por motivos aparentemente insignificantes.

El Dalai Lama viajó a Vancouver por el fin de semana para inaugurar un nuevo Centro para la Paz y Educación,y concluyó su visita el sábado en la noche ante una multitud de 14.000 personas en el GM Place.

El alcalde Sam Sullivan y el Ministro de Ciudadanía e Inmigración, Monte Solberg, comparecieron para entregar al Dalai Lama la Ciudadanía Canadiense Honorífica cuyo otorgamiento fue votado en forma unánime por el Parlamento a principios de año.

Se trata solamente de la tercera vez que este honor es otorgado. El líder sudafricano Nelson Mandela y el diplomático sueco Raoul Wallenberg, quien salvó judíos de la exterminación durante la Segunda Guerra Mundial, ambos recibieron esta distinción.

"Su Santidad, si Ud. conoce un poco nuestro Parlamento, Ud. sabrá que solo acordamos algo de manera unánime", dijo Solberg. "Manifiesta y abiertamente, Ud. ha tenido la habilidad de unir a las personas".

La ciudadanía honorífica provocó una fuerte oposición por parte de China, que advirtió que el gesto podría dañar las relaciones.

El Departamento de Asuntos Exteriores manifestó que Canadá reconoce a China como el gobierno legítimo de ambos China y Tíbet, pero que tiene un gran respeto por el Dalai Lama.

Él huyó al exilio en el Norte de India en 1959, después de un levantamiento fallido contra el gobierno chino, pero continua siendo ampliamente reverenciado en Tíbet.

Después de la ceremonia, tuvo la palabra el Dalai Lama, quien habló sobre cómo cultivar la felicidad.

"Siento que para lograr una vida feliz y exitosa, esto depende en gran parte del enfoque mental", dijo, mientras estaba sentado con las piernas cruzadas en un sofá sobre el escenario. "Creo que el dinero, el poder y hasta la salud son secundarios. Cuando el estado de la mente está en calma, en paz, entonces, ustedes pueden realmente disfrutar la vida."

Acerca del autor:

La Oficina de Tíbet en Nueva York, es la agencia oficial de Su Santidad el Dalai Lama y del Gobierno Tibetano en Exilio para las Américas. La oficina fue establecida en 1964, con la misión de representar al Gobierno Tibetano en Exilio en las Américas, además de proveer servicios para la comunidad tibetana en las Américas, esto con el objeto de preservar la singular cultura y la herencia espiritual de Tíbet, así como el de ayudar a los tibetanos en su lucha por los refugiados.

Enlace fuente: http://budistas-es.blogspot.com/2008/11/el-dalai-lama-habla-con-cientficos-de.html

martes, 12 de julio de 2011

Psicología Cristiana: Cuerpo y alma desde una perspectiva católica

Una relación armoniosa es posible

ROMA, domingo, 21 de junio de 2009 (ZENIT.org).- De primeras, la psicología y la fe pueden parecer socios inverosímiles, pero son compatibles, según una reciente publicación de una revista profesional de psicología.

De hecho, la psicología necesita un concepto de persona humana que pueda describir adecuadamente qué es lo que son nuestro cuerpo y alma y cómo se relacionan. También ayuda el reconocer que los seres humanos tienen deseos tanto naturales como trascendentes.

Esta es la afirmación de inicio de la recientemente publicada "edición católica" de la revista: "Edification: A Journal of the Society of Christian Psychology" (V. 3.1).

Esta edición se ha confiado al Instituto para las Ciencias Psicológicas (IPS), una facultad de psicología en Arlington, Virginia.

El antiguo miembro del profesorado, Christian Brugger, ahora profesor en el Seminario Teológico San Juan María Vianney, participa como redactor invitado y escribe el ensayo introductorio sobre el que se basan muchas de las aportaciones que siguen a continuación.

En su artículo, Brugger precisaba que, dado que el fin de la psicología clínica es ayudar al ser humano a prosperar en términos de salud mental personal, resulta útil comprender la naturaleza de la persona humana basándola en una sana antropología.

Como seres humanos, explicaba, podemos levantarnos sobre las percepciones y emociones del cuerpo porque somos más que seres corpóreos y nuestra facultad de razonar no es un órgano material.

Esto significa que la psicología cristiana garantiza la libertad humana para la autodirección racional y la libre elección en cuanto facultad inmaterial no determinada por leyes físicas causales, concluía Brugger.

El peligro, con la extendida negación de las ciencias sociales laicas de la naturaleza inmaterial de nuestra razón, es que no sólo abre la puerta a las afirmaciones del determinismo radical, sino que también niega la dimensión espiritual de la persona humana, afirmaba Brugger.

Posturas en contraste

Paul C. Vitz, del IPS, destacaba algunas de las diferencias entre la postura cristiana ante la psicología y la visión laica en su ensayo titulado: "Replantear la Teoría de la Personalidad desde una Perspectiva Cristiano Católica".

Vitz observaba que una interpretación cristiana de la personalidad comienza asumiendo que Dios existe y que es una persona con la que se está en relación. Si un psicólogo acepta la existencia de Dios y la validez de la dimensión religiosa de la vida, esto tiene la ventaja psicológica de permitirle tratar a un cliente religioso de forma más honesta y con un mayor respeto.

Mucho de la moderna teoría laica de la personalidad, sin embargo, es reduccionista y asume que la experiencia religiosa y los ideales morales son causado por fenómenos subyacentes más bajos, explicaba Vitz. De esta forma, en la postura freudiana, el amor se reduce al deseo sexual; el deseo sexual a fisiología; y la vida espiritual o los ideales artísticos se reducen a impulsos sexuales sublimados.

En contraste, según Vitz, la postura cristiana es construccionista. Esto significa que acentúa los aspectos más altos de la personalidad como conteniendo, y en ocasiones causando o transformando, los aspectos más bajos.

Es, por tanto, un método sintético, que aúna las cosas en un patrón integrado, mientras que el pensamiento reduccionista es analítico. Vitz admitía que un buen análisis es un requisito importante. Sin embargo, mucha de la psicología moderna se ha limitado sólo a este análisis reductivo, sin un concepto integrado de la persona humana.

Vitz también destacaba el contraste respecto a la teoría de la personalidad. Gran parte de la postura laica considera la personalidad como un autónomo aislado. El cristianismo, por el contrario, no asume que la meta de la vida sea la independencia y, en su lugar, da un papel central a las relaciones.

"El cristianismo postula la interdependencia, y el mutuo aunque libremente elegido cuidado por el otro, como el tipo primario de relación adulta", comentaba Vitz.

Redescubrir la virtud


Reclamar una visión de la persona humana basada en la virtud es el tema del ensayo "Un Psicología Cristiano Católica Positiva: un Acercamiento a la Virtud", de los miembros del IPS Craig Steven Titus y Frank Moncher.

De hecho, los filósofos clásicos, como Aristóteles, basaron su visión psicosocial desde el punto de vista de la teoría de la virtud, afirmaban.

Dicha postura estudia la correlación potencial entre el bienestar psicológico y la bondad ética que se despliega en las principales virtudes. Esto contrasta con algunas posturas laicas de la psicología que consideran la salud mental como una simple ausencia de desorden.

Titus y Moncher comentaban que es necesario un nivel básico de cada una de las principales virtudes para ser considerado psicológicamente sano o tener un buen carácter. Por eso, "la psicología cristiana debe buscar no sólo la reducción de los síntomas sino también el crecimiento en las virtudes adquiridas".

En un ensayo a parte, Moncher consideraba las implicaciones de las premisas antropológicas específicamente católico cristianas para la psicología en una aportación titulada: "Implicaciones de la Antropología Católica para la Evaluación Psicológica".

Es importante, afirmaba, que un psicólogo tenga en mente una antropología teológica y filosófica plena al evaluar al cliente, y también que, interiormente, tenga la curiosidad de comprender la visión del mundo y el sistema de valores del cliente.

Con demasiada frecuencia, sin embargo, el conocimiento referente a las realidades trascendentes, normas morales, belleza estética, y al desarrollo de la virtud es típicamente excluido por los métodos clínicos tradicionales.

Moncher también comentaba que la apertura a la antropología cristiana resulta especialmente importante cuando se trata de tareas como evaluar a candidatos a entrar en el sacerdocio o en la vida religiosa, o en la labor de los tribunales católicos que deben examinar la validez de los matrimonios y la capacidad de las personas de dar su pleno y libre consentimiento en sus votos matrimoniales.

Vocación


Los miembros del IPS Bill Nordling y Phil Scrofani se ponían al otro lado de la mesa y consideraban qué significa para un médico la postura católica en su ensayo, "Implicaciones de una Antropología Católica para el Desarrollo de un Acercamiento Católico a la Psicoterapia".

Explicaban por qué el concepto de vocación es útil cuando se aplica a una carrera profesional como la de terapeuta.

"Para un cristiano, convertirse en terapeuta puede ser la respuesta a una llamada única de Dios a proporcionar servicio médico mental a clientes que sufren", escribían.

Bajo este prisma, la tarea del terapeuta no sólo implica una relación terapéutica con el cliente, sino que es una relación que va más allá del negocio. "El ver la profesión que han elegido como una vocación personal le motiva no sólo a observar de modo concienzudo su ética profesional, sino también a practicarla de acuerdo con los principios éticos católicos", añadía Nordling y Scrofani.

Esta concepción del terapeuta basada en la vocación también le servirá para motivarse cuando el trabajo con un cliente sea difícil, o cuando se requieran sacrificios de tiempo o dinero.

El concepto de vocación no sólo orientará al terapeuta en la comprensión del cliente y de su tratamiento, sino que le guiará también en la comprensión de que el cliente está encajado en una familia, en una cultura y, en ocasiones, en una tradición religiosa.

"Este acercamiento a la psicoterapia demuestra un profundo respeto por la diversidad comenzando por el principio fundamental de que el cliente es una persona única e irrepetible hecha a imagen de Dios", comentaba Nordling y Scrofani.

"Además, en última instancia, es un imperativo moral permitir al cliente que haga elecciones libremente que le autodefinan de acuerdo a su conciencia".

Al concluir su aportación, los autores especifican que un acercamiento a la psicoterapia así conformado antropológicamente no debe concebirse como opuesto a la ciencia de la psicología.

Por tanto, los métodos terapéuticos serán elegidos de acuerdo a su probada eficacia.

También concedían que el foco primario de un terapeuta debe seguir siendo el funcionamiento psicológico del cliente, dejando los temas espirituales más específicos al clero y a los directores espirituales.

En general, la revista presenta ideas provocadoras sobre cómo una antropología basada en el cristianismo puede proporcionar valiosas aportaciones sobre la condición humana.

Enlace fuente: http://www.zenit.org/article-31640?l=spanish

viernes, 8 de julio de 2011

Ciencia y Religión

"Las religiones tradicionales parecen estar perdiendo influencia, y la ciencia, en la que tantos habían cifrado sus esperanzas, se asemeja cada vez más y más a un dios falso que intenta llevar a la humanidad a su destrucción. No sólo la ciencia ha fallado en satisfacer las necesidades que la religión llena, sino que ni siquiera puede domar los monstruos que ha creado." (Frank & Frank, 1993) (pág.75).

Estudios experimentales en Psicoterapia y Cristianismo

Lic. Carlos Fayard

La importancia de proveer psicoterapia que, además de válida, sea sensible a la diversidad cultural de las poblaciones con las cuales trabaja, ha sido repetidamente mencionada.
Sólo un puñado de estudios han sido diseñados para ser congruentes con poblaciones de Cristianos creyentes. Sólo el estudio de Rebecca Propst (1992) puede ser considerado de un nivel científico aceptable al incluir criterios claros de inclusión diagnóstica, randomización, intervenciones protocolizadas y controles adecuados. Los resultados muestran que el grupo experimental que utilizó técnicas cognitivas con contenidos Cristianos (utilizados con pacientes Cristianos) probó ser más efectivo al término de la intervención activa, tres meses y dos años mas tarde, comparado con un grupo experimental que utilizo técnicas cognitivas estándar.

S. Tan (1999) obtuvo resultados similares con una población similar y técnicas de intervención similares, pero con grupos de pacientes admitidos a un hospital psiquiátrico. Este estudio carece del rigor metodológico descrito en el estudio anterior. El estudio de Pecheur y Edwards (1984) refleja resultados parecidos y limitaciones metodológicas similares utilizando intervenciones inspiradas en la terapia racional emotiva.
Worthington (2000) ha demostrado la eficacia en poblaciones no clínicas de intervenciones para facilitar el perdón. El procedimiento esta claramente inspirado en principios Cristianos y tiene rigor metodológico.

En un intento de hacer las intervenciones terapéuticas más relevantes desde un punto de vista cultural, los psicólogos han utilizado las siguientes intervenciones espirituales (Richards y Bergin, 1997) aunque no todas están experimentalmente validadas:

• Oración
• Referencias a la Escritura
• Imaginación guiada con contenido religioso
• Meditación
• Derivación a miembros del clero
• Sugerencia de participar en actividades en iglesias
• Sugerir procesos de perdón
• Rituales y Adoración

Enlace fuente: http://www.depsicoterapias.com/articulo.asp?IdArticulo=230

Religión y Psicología Clínica

Lic. Carlos Fayard

En 1996, la Asociación Psicológica Americana publicó un libro muy importante sobre religión y psicología clínica (Shafranske, 1996), en el cual el Cristianismo tiene un lugar entre otras expresiones religiosas. Hasta ese momento, la mayoría de la actividad académica integradora había quedado primariamente dentro de los confines de grupos de profesionales religiosos (Ej. The Christian Association for Psychological Studies).
Los últimos años han visto una virtual explosión de interés en este sentido, incluyendo la segunda edición de A Spiritual Strategy for Counseling and Psychotherapy (Bergin y Richards, 2005), Minding Spirituality (Sorenson, 2004), Handbook of Psychotherapy and Religious Diversity (Richards y Bergin, 2000), Integrating Spirituality into Treatment (Miller, 1999), Judeo-Christian Perspectives on Psychology (Miller y Delaney, 2004).
A pesar de los avances que ha hecho el movimiento que afirma la diversidad cultural, lingüística, sexual y religiosa, los profesionales en salud mental mantienen un abismo cultural significativo con las poblaciones que sirven (al menos en el medio que conozco en los Estados Unidos). Aunque aproximadamente el 90% de la población Americana cree en Dios y participa en actividades religiosas, sólo el 40% de los profesionales en salud mental reportan algún tipo de actividad espiritual (Richards y Bergin, 1997). Estudios realizados con poblaciones psiquiátricas muestran resultados similares (Koenig, 1998).

Enlace fuente: http://www.depsicoterapias.com/articulo.asp?IdArticulo=230

Espiritualidad y Salud

Autoras:
Dra. Carmen Navas
cenavas@uc.edu.ve
Dra. Hyxia Villegas
hyxia@uc.edu.ve

Resumen

El objetivo de este trabajo de revisión bibliográfica es evidenciar la importancia de la espiritualidad en la búsqueda y mantenimiento de la salud. Se determinó que existen varias maneras de lograr el bienestar existencial, ya sea enriqueciendo las creencias religiosas o promoviendo la espiritualidad mediante la práctica de la meditación, ejercicios respiratorios y de visualización y/o las disciplinas orientales como son el qi gong, yoga y tai chi. El bienestar existencial que producen se asocian: a la adquisición de estrategias de afrontamiento ante la enfermedad y a una mejor respuesta inmune, hecho demostrado en las investigaciones realizadas acerca del efecto de la experiencia espiritual sobre el sistema nervioso, y dichos cambios en la respuesta inmune.

Ver texto completo: http://servicio.bc.uc.edu.ve/educacion/revista/volIn27/27-2.pdf

Experiencia Mística y Salud Mental

Jordi Font Rodon

El proceso psicológico evolutivo y sano de la experiencia religiosa puede ser la base para alcanzar lo que se conoce como experiencia mística.

En el proceso evolutivo de maduración del ser humano se puede alcanzar niveles psicológicos superiores de religiosidad que trascienden sus propias experiencias,

La experiencia religiosa se basa en el funcionamiento neuronal y psíquico de nuestro cerebro, Ello se pone de manifiesto, cuando se estudian los procesos psicológicos y neurobiológicos en los que se asienta la mística.

[…] Para tratar la experiencia mística tomamos como referentes los místicos cristianos, aunque nuestro estudio convendría según nuestro parecer, a místicos de otras experiencias, en los que la experiencia de fe es fundamental. Y no hay que ignorar que hay experiencias de mística las cuales no se manifiestan por medio de experiencias subjetivas sino que se manifiestan en el amor efectivo de servicio o mediante el desarrollo de actitudes sociales y ética de religiosidad mística.

¿Qué entendemos por mística?
Ante todo diferenciamos entre lo que es nuclear en la mística de lo que son los fenómenos llamados paramísticos, fenómenos sensoperceptivos (visiones, apariciones, audiciones, éxtasis, estigmas, etc.), que pueden acompañar o no al proceso místico. Consideramos que no expresan lo específico de la mística que es la maduración psicológica concomitante, antes bien manifiestan aspectos personales de fragilidad o labilidad somatopsíquica que no constituyen lo esencial sino algo accidental del fenómeno místico.

Desde el punto de vista antropológico psicológico proponemos una exposición descriptiva en la que nos fijamos especialmente en las características que en mayor o menor grado de intensidad cualifican la experiencia mística cuando se llega a la culminación del proceso o aún durante el desarrollo del mismo:

- la experiencia mística es ante todo algo que el que lo ha vivido siente como una experiencia singular. Un haber entrado frente a la realidad última. En la experiencia mística religiosa, se trata de algo "visto", "oído", "gustado".
- puede acompañarese de estados peculiares de conciencia, afectar a las funciones cognitivas y sensoperceptivas, a los contenidos del pensamiento y sobre todo a las vivencias afectivas emocionales profundas.
- es inefable, por lo tanto difícil de describir.
- aunque al principio es activa, luego es pasiva, experiencia de despojamiento, con una "pasividad activa" en el sentido de ser una pasividad receptiva.
- es sentida como venida de fuera, no explicable.
- se siente con una certeza de la que no se puede dudar, cuando se experimenta en algunos momentos cumbres. Y deja roturada la conciencia de modo indeleble.
- es iluminadora y en ciertos momentos con una clarividencia superior a cualquier proceso racional.
- ocasiona gozos que no tienen parangón y también sufrimientos amorosos profundos, "noches oscuras".
- va transformando la vida del que la vive, creciendo la buena relación con los demás.
- tiende a vincularse con profundidad amorosa, hasta llegar a la unión con el objeto de relación, la unión con Dios; unión que no es fusión o confusión.

[…] No intentamos agotar la comprensibilidad de la experiencia psicológica mística, ni tan solo intentamos explicar lo que en realidad se produce en la experiencia mística, ni el por qué se produce.

Hacia la experiencia mística
En la experiencia mística se da un proceso que suele tener unos prodromos o comienzos, unas fases evolutivas más o menos apreciables con mucha variabilidad en cuanto a personas y a distintas experiencias, y una culminación con unas características muy marcadas.

Clásicamente son conocidas las etapas de la vida ascética y mística. El proceso psicológico místico se basa en el deseo de Dios, que lleva a quererlo más que a las propias satisfacciones. Este proceso se va fraguando inconscientemente, a la para que va evolucionando el objeto mental interno Dios. En la aparición y desarrollo del proceso místico se halla en todo caso un deseo amoroso que conduce al despojamiento de deseos egocéntricos , ya sean estos deseos sensibles o mentales, a fin de ir al encuentro deseado del otro.

Las renuncias o despojamientos psicológicos están siempre presentes y facilitan al sujeto el abrirse hacia una mayor capacidad simbólica, hacia una mayor creatividad personal.

El deseo amoroso va creciendo hasta alcanzar el deseo de unión con el objeto de relación amorosa puesta en el absoluto de Dios. Este objeto mental Dios, trasciende toda capacidad humana, va más allá, es de un valor no comparable a todos los demás objetos internos y externos, que son inmanentes, que están en nuestro mundo físico.
En la evolución del proceso de crecimiento madurativo es básico el proceso de simbolización psicológica. El deseo místico abre a una nueva creatividad, cognitiva y emocional, de carácter simbólico. En la simbolización intervienen no sólo las capacidades subjetivas sino también el proceso histórico personal del sujeto y el entorno psicosocial religioso, que desde las primeras fases de la vida va estructurando nuevas capacidades, las cuales permanecen en la edad adulta como base de posibles identificaciones. […]

La mística ¿es una experiencia psicopatológica?
Se ha planteado la cuestión de si la experiencia mística es un hecho regresivo. No nos parece acertada la opinión de que la experiencia mística pueda ser expresión de un fenómeno de regresión (R.H. Prince, 1980). La experiencia mística, tal como la entendemos, es un desarrollo psicológico sano, es un indicador madurativo de la experiencia humana.

La experiencia mística no es un retroceso o regresión sino una incorporación o integración madurativa en el Yo, del conocimiento interno vivencial, emocional, del objeto interno trascendente que se ha podido desarrollar, gracias a la capacidad madurativa que pueda asumir los procesos de duelo y reparación y la función de simbolización a través de los procesos reparadores creativos, las "noches " espirituales, lo cual no era posible en etapas más infantiles de la persona.

Podemos decir que la experiencia mística se encuentra en el origen y la culminación del proceso evolutivo de la experiencia religiosa en las diferentes religiones explícitas o en las implícitas que siguen un camino de maduración que no sea psicológicamente aberrante.

(extractos de J. Font i Rodon. "Psicología y psicopatología de las experiencias religiosas y de la experiencia mística" en: AA.VV. LA ESPIRITUALIDAD DESPUÉS DE LAS RELIGIONES, 2007, pgs. 151-180)

Enlace fuente: http://www.cetr.net/modules.php?file=article&name=News&sid=283