domingo, 17 de julio de 2016

Supraconciencia

Supraconciencia o estado superior de conciencia es el estado de conciencia en el que nos conectamos con realidades que no son percibidas por nuestros sentidos y que son comúnmente denominadas Espirituales. No corresponde a un estado de conciencia único, sino a diferentes estados o niveles de conciencia en los cuales se pueden experimentar: experiencias místicas, éxtasis, visiones espirituales, clarividencia, telepatía, etc. En su forma más elevada la Supraconciencia lleva a un estado de Iluminación y liberación del sufrimiento. Estado conocido como Nirvana en el Budismo, Samadhi en el hinduismo y Comunión con Dios en el Cristianismo. Es en este estado donde experimentamos lo divino, es una experiencia directa e íntima con Dios. Sí, Dios es experimentable. Este concepto queda bien en claro en el Hinduismo. En el Budismo se habla de un estado de Iluminación, sin mencionar a Dios como en las religiones Judías, Cristianas y Musulmanas. La práctica que lleva a experimentar estados de Supraconciencia se denomina Meditación en el Budismo e Hinduismo y Oración Contemplativa u Oración de Silencio en el Cristianismo. Según algunos autores las diferentes religiones difieren respecto a la Teología Moral pero muy poco, o nada, respecto a Teología Mística. Dicho en otras palabras, cuando personas de distintos credos se reúnen para practicar Oración Contemplativa/Meditación el Todo los une. No existe un solo estado de Supraconciencia, existen muchos y las experiencias vividas son de distinta índole. En el ser humano interaccionan el Inconciente, el Conciente y el Supraconciente. En nuestro estado habitual de conciencia sólo percibimos lo denominado Conciente que es, en realidad, conciencia de parte de nuestra actividad mental y aquello percibido por nuestros sentidos (interocepción y exterocepción). La supraconciencia puede irrumpir como un relámpago en nuestro estado consciente trayendo a nuestra mente premoniciones, telepatía y otros fenómenos habitualmente llamados parapsicológicos. En el estado más elevado de Supraconciencia el sufrimiento cesa. La percepción de la realidad se vuelve muy diferente al que experimentamos bajo el estado ordinario de conciencia. Se percibe lo espiritual como la verdadera y única realidad. Dios se vuelve algo tangible, fuente de un amor, luz e inteligencia infinitas. La Supraconciencia es Sanación Espiritual que lleva a una estado de gran paz mental y armonía. Thomas Keating la describió como Psicoterapia Espiritual. Según la tradición hindú es un estado que se alcanza, en el mejor de los casos, luego de muchos años de práctica de meditación. En el Cristianismo la Meditación es denominada Oración Contemplativa, y el estado de comunión con Dios, un regalo del Cielo y no un producto del esfuerzo individual. Sin embargo la gran mística cristiana, Santa Teresa de Avila, en su libro “Las Moradas” hace un recorrido de los diferentes estadios que atraviesa el alma humana, producto de la práctica de la Oración Contemplativa, hasta alcanzar la comunión con Dios. Son siete estados, así como son siete los chakras en el Hinduismo. La práctica de la Meditación u Oración Contemplativa se basa en dirigir la mente hacia la divinidad o al decir de Thomas Keating, es una flecha que se lanza hacia Dios. Este monje benedictino aclara que la práctica de la oración contemplativa es como sentarse a las puertas del Cielo esperando que se abran, ya que las mismas se abren desde adentro. Es decir es Dios quien nos permite o no entrar al Reino de los Cielos y no nuestra fuerza de voluntad o deseo. Pero cuál es nuestro más profundo deseo ? La mayoría de las personas dirían ser feliz, y al preguntarles que necesitan para ser feliz responderán, dinero, una familia, éxito profesional, fama, etc. Muchas personas refieren sentirse felices cuanda alcanzan estas metas materiales. A otras personas no les alcanza, necesitan algo diferente. Necesitan lo intangible, lo no material, necesitan del Espíritu, necesitan a Dios. Son seres con una gran anhelo de espiritualidad. El concepto de supraconciencia se basa asimismo en que no existe únicamente este plano de existencia. Algo similar propone la física cuántica moderna respecto a los multiuniversos. La supraconciencia es la percepción del universo más cercano a Dios y en el mejor de los casos, de Dios mismo. No somos este cuerpo, somos almas inmortales encarnadas, hijas del Altísimo. Quien percibe esto, quien lo ha hecho carne, se ha liberado del sufrimiento y ha ingresado a la Vida Eterna. En estado elevados de Supraconciencia se experimenta la plenitud del amor de Dios. También se perciben su Luz, Omnipotencia, Infinitud, Omnisciencia, Inteligencia infinita, etc. Algunos seres sienten miedo frente a las primeras experiencias místicas, esto es algo natural ya que no estamos acostumbrados a relacionarnos directamente con Dios. Nuestro sentido del yo individual se desvanece y esto puede producir mucho miedo al principio. O mejor dicho la ilusión del yo individual desaparece. También el cuerpo se relaja en extremo y se puede perder la conciencia del mismo (desaparece de nuestra mente nuestro esquema corporal), hecho que según mi entender se ha malintepretado como un desprendimiento del alma de los corpóreo. Creemos que en realidad el Alma fija su atención hacia su esencia o en el mejor de los casos hacia su Padre: Dios padre todopoderoso. La vuelta del estado de supraconciencia al estado ordinario de conciencia suele no ser fácil o, mejor dicho, agradable. Es como volver a caer en un estado de borrachera donde la realidad se vuelve densa y mucho menos clara. Se percibe este plano de existencia como ilusorio (Maya en sánscrito) o como un estado de ensoñación. Esto suele durar unos minutos y luego la realidad material domina nuevamente nuestra conciencia. En estados más avanzados de espiritualidad la vivencia contemplativa se mantiene aún fuera de la oración. Aprendimos a confiar en demasía en nuestros sentidos por una necesidad de supervivencia, para mantener nuestros cuerpos con vida libre de accidentes. En el pasado escuchar el rugido de una león era fundamental o ver a los lejos un grupo de hombres armados viniendo a atacarnos. Oler si la comida estaba en buen o mal estado. Son estos ejemplos de la utilidad que tiene confiar en nuestros 5 sentidos materiales: sobrevivir y disfrutar de la vida sensorial. La Oración Contemplativa, como ya mencionamos, puede extenderse a nuestra vida cotidiana. Uno puede vivir en Oración Contemplativa o mejor dicho en Estado Contemplativo. Quien logra este objetivo se siente plenamente feliz, lleno de paz y benevolencia. No se puede avanzar en la Oración Contemplativa si uno no es una buena persona. El Camino es uno, la Oración y nuestros actos están completamente unidos. Dentro de lo que llamamos Mundo/Plano Espiritual no sólo está Dios también está el Diablo y sus demonios. Ya que estos últimos también son entidades espirituales, malignas obviamente. Esto es muy importante al momento de realizar ciertas prácticas o en la elección de determinados maestros o pseudomaestros espirituales que pueden ponernos en conexión con entidades muy oscuras que nos terminarán perjudicando nuestra salud y nuestra vida en general. No todo lo espiritual tiene que ver con Dios, este hecho hay que tenerlo muy presente, muy en cuenta. Así como en este plano material de existencia existen el bien y el mal, lo mismo ocurre a nivel espiritual. Aplicaciones en el campo de la Salud Mental: Resolución Espiritual de una Crisis de Pánico Bhagavan Ramana Maharshi (30 de diciembre de 1879, India – 14 de abril de 1950, India) fue un importante maestro espiritual hinduista. Fue uno de los religiosos hinduistas más conocidos del siglo XX, junto a Paramahansa Yogananda y Sri Aurobindo. Vivió en la sagrada colina de Arunachala en Tiruvannamalai (a 170 km de Madrás) en el estado de Tamil Nadu (India). Ramana Maharshi nació con el nombre de Venkataraman. Desde su juventud, se le empezó a llamar Maharshi, ‘gran sabio’ (siendo mahā: ‘grande’; y rishí: ‘sabio’). También se le otorgó la denominación Bhagaván (Señor, ‘el que aporta prosperidad’). A continuación se transcribe parte del libro "Las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi". Escrito por T. M. P. Mahadevan, PhD. Profesor de Filosofía, Universidad de Madras, India. 1959: Fue a mediados del año 1896; Venkataraman tenía entonces diecisiete años. Un día estaba sentado solo en el primer piso de la casa de su tío, y en perfectas condiciones de salud. No tenía ningún malestar. Pero un repentino e inconfundible miedo a la muerte se apoderó de él. Sintió que iba a morir. Él no sabía porque le había venido esta sensación. Sin embargo, la sensación de muerte inminente no le enervó. Pensó con calma sobre lo que debía hacer. Se dijo a sí mismo: «Ahora, ha llegado la muerte. ¿Qué significa? ¿Qué es eso que está muriendo? Este cuerpo muere». Inmediatamente después se acostó extendiendo sus miembros y dejándolos rígidos, como si se hubiera producido el rigor mortis. Contuvo la respiración y mantuvo sus labios fuertemente cerrados, de modo que bajo todas las apariencias exteriores su cuerpo pareciera un cadáver. ¿Qué ocurriría ahora? Esto fue lo qué pensó: «Bien, ahora este cuerpo está muerto. Será llevado al campo de cremación, y allí será quemado y reducido a cenizas. Pero con la muerte de este cuerpo, ¿estoy yo muerto? ¿Soy yo el cuerpo? Este cuerpo está silencioso e inerte. Pero yo siento toda la fuerza de mi personalidad e incluso la voz del “yo” dentro de mí, aparte de él. Así pues, yo soy el espíritu que trasciende el cuerpo. El cuerpo muere, pero el Espíritu que le trasciende no puede ser tocado por la muerte. Eso significa que yo soy el Espíritu inmortal». Tal como Bhagavan Sri Ramana contó esta experiencia posteriormente para beneficio de sus devotos, parecía como si esto fuera un proceso de razonamiento. Pero puso mucho cuidado en explicar que esto no fue así. La realización vino a él como un relámpago. Percibió la verdad directamente. «Yo» era algo muy real, la única cosa real. El miedo a la muerte se había desvanecido para siempre. Desde entonces en adelante, «yo» continuó como la nota sruti fundamental, que subyace y se mezcla con todas las demás notas. Así pues, el joven Venkataraman se encontró en la cima de la espiritualidad sin ninguna sadhana ardua o prolongada. El ego se perdió en la inundación de la consciencia del Sí mismo. De repente, el muchacho que solía ser llamado Venkataraman, había florecido como un sabio y santo. Hoy día diríamos que Bhagavan Ramana Maharshi sufrió una Crisis de Pánico. Pero lo llamativo no es esto, lo llamativo es como Ramana resuelve exitosamente esta crisis. Muchos seres que sufren de Crisis de Pánico tienen un inmenso temor a la muerte. Suele ser una tema no resuelto en quienes las padecen (y también en muchos otros que no las padecen). Pero a los primeros les afecta sobremanera. Muchas veces ni siquiera son conscientes del profundo temor que tienen a morir, más allá del que se les presenta cuando sufren este tipo de crisis. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) suele trabajar sobre la idea que el paciente realmente siente que se muere pero que esto es una falsa interpretación de la realidad, especialmente en lo referido a la sintomatología física (palpitaciones, mareos, disnea, etc.): la persona que experimenta una Crisis de Pánico no se están muriendo en realidad, aunque así lo sienta y crea. Pero cómo saber cuando realmente uno se está muriendo, y lo que es más importante aún: cuál es el problema en morir ? Si morir es una de las pocas cosas seguras que nos van a ocurrir. Trabajar sobre el tema de la muerte no suele ser una tarea sencilla. Podemos decir: bueno vivirás en el recuerdo de otros o cosas por el estilo. Pero algunas personas no toleran la idea de la "aniquilación" de la existencia y otros se preguntan: si sigo viviendo aún después de dejar este cuerpo físico, donde voy a ir ? Cómo me voy a sentir? Y si existe el Cielo y el Infierno, donde voy a ir yo ? Qué hice de bueno para ganarme el Cielo ? Qué hice de malo para irme al Infierno ?. Estas preguntas no se la realiza el hombre ordinario. Recuerdo a un Maestro hindú que una vez dijo: “Dios, a veces, nos habla en el único lenguaje que los humanos podemos escuchar: el del dolor”. Una crisis de pánico es una experiencia extremadamente dolorosa. No pasa desapercibida para quienes la padecen. Y el tema de la muerte está allí, sin resolver. Otros plantean: no le tengo tanto miedo a la muerte, sino al dolor, a la forma en que puedo llegar a morir. Otros se preguntan como será en si mismo el hecho de morir: un paso hacia el más allá o hacia la nada ? Las principales religiones de este planeta (Cristianismo, Judaísmo, Islam, Hinduismo y Budismo) proclaman que somos Almas Eternas encarnadas. Algunas consideran que solo encarnamos una vez (Cristianismo, Judaísmo e Islam) y otras que encarnamos varias veces (como el Budismo y el Hinduismo). Y si la resolución del miedo a morir fuese espiritual ? Si necesitáramos de una profunda experiencia espiritual/mística para curarnos del miedo a morir ? Bhagavan Ramana se percibió como Alma inmortal y resolvió en segundos la problemática de la muerte. Y nosotros, qué podemos hacer ? Podemos, como Bhagavan, experimentar que en realidad, la Verdad es que somos Almas Eternas encarnadas ? Cómo hacerlo ? Qué técnica podemos utilizar ? Todas las religiones poseen técnicas de oración/meditación utilizadas para poder alcanzar ese estado de Conciencia liberadora de todo sufrimiento, llámese Nirvana, Samadhi o Reino de los Cielos ("...Venga a nosotros tu Reino..."). Creo que la Oración Contemplativa puede ser un Camino de Sanación, una Psicoterapia Espiritual, al decir de Thomas Keating. Quizás no tengamos la suerte de Bhagavan de resolverlo en segundos, quizás nos lleve años hacerlo, toda la Vida o quizás nos encuentre la muerte física sin haber logrado alcanzar el objetivo. Pero, no vale la pena intentarlo ? Personalmente creo que en algunos casos las crisis de pánico no son más que un grito desesperado de nuestras Almas indicándonos que hemos tomado el Camino equivocado o que al menos les prestemos más atención, que las nutramos, que dejemos de apostar tanto por el afuera para cultivar nuestro mundo interior. Hace años escribí: "De que nos están hablando millones de personas en el mundo que nos dicen que sienten que se mueren y les es intolerable? De la muerte por venir, de la vida realizada...por que no pueden, aunque sea en fantasías, morir en paz ?" Pero no nos alcanza con "creer" que somos Almas para poder liberarnos, debemos experimentar, vivenciar que somos Almas Eternas. Y esto no es algo muy fácil de lograr. Aunque creo que vale la pena intentarlo, qué tenemos para perder ? Limitar nuestra concepción de la realidad a la información provista por nuestros sentidos y procesada por nuestro cerebro, creo yo, es una actitud infantil y reduccionista que debemos rever. Dios nos está esperando. La ignorancia debe ser sustituida por la Verdad. No tenemos nada que perder ya que todo está perdido cuando vivimos exclusivamente centrados en lo material.